martes, 30 de junio de 2009

- ESCENARIO -





El escenario político


Un golpe definitivo



Carlos Pagni
LA NACION
Noticias de Política



Los Kirchner perdieron Santa Cruz. Néstor Kirchner perdió frente a Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires. Sus candidatos en Santa Fe, Córdoba y la Capital Federal rondaban el 10% de los votos. Infarto definitivo para el kirchnerismo. Desenlace de una declinación que se inició en octubre de 2007, con el rechazo de la clase media urbana a la candidatura de Cristina Kirchner, y se hizo más pronunciada desde marzo del año pasado, cuando el Gobierno le declaró la guerra santa a la clase media rural.

Este es el mensaje de las elecciones de ayer para la historia del oficialismo. ¿Qué significa para la historia del país?

La respuesta es más compleja. Para ensayarla hay que leer los resultados de ayer, todavía provisionales, a la luz de la secuencia que se abrió en 2001. Aquel año colapsó el juego entre dos fuerzas, que había organizado la política a partir de 1983. La vida pública pasó a girar alrededor de una sola fuerza, el peronismo, y éste alrededor de una sola voluntad, la de Kirchner.

El orden rudimentario que se constituyó alrededor de ese liderazgo empezó a transitar anoche hacia una configuración todavía desconocida. Su primera manifestación se verá en el Congreso. El Gobierno se quedará sin quórum. Pero esa llave no pasará a manos de nadie. Las fuerzas de la oposición se coordinarán por la negativa, que es la manera más fácil de coordinar diversidades.

Por ejemplo: Francisco de Narváez pretende la presidencia de Diputados para Felipe Solá, pero los radicales no piensan ceder esa prerrogativa. El macrismo aspira a mediar con Federico Pinedo. Ese arte combinatorio deberá aplicarse también a la composición de las comisiones o del Consejo de la Magistratura.

Más fácil será crear esas comisiones investigadoras que se ponen de moda cuando la oposición está dispersa, y el Poder Ejecutivo desprestigiado. Para estos cometidos, sobran las ideas: una sobre el juego, otra sobre el caso Skanska, una más para la valija de Antonini o los fondos de Santa Cruz.

A la Casa Rosada no le será más sencillo abroquelar al oficialismo. Kirchner condujo a su partido a un derrumbe. Sólo la supervivencia de Carlos Reutemann evitará que el PJ se convierta una colección de náufragos encomendados a dos extraños, Mauricio Macri y De Narváez. Conviene recordar la convulsión que experimentó esa fuerza en 1983. Aunque a diferencia de Lorenzo Miguel o Herminio Iglesias ahora los "mariscales de la derrota" están en el poder.

¿Será posible para los peronistas recuperar la capacidad electoral sin diferenciarse del propio Gobierno? Ya hay antecedentes para ese enigma: para ganar anoche La Pampa, Carlos Verna debió decir que "Kirchner no es discípulo de Perón sino de Nerón". Inquietante dilema entre la aspiración a 2011 y la gobernabilidad. Para peor, el gabinete quedó anoche herido de muerte: hasta Sergio Massa perdió en Tigre. Daniel Scioli, otra gema de la corona, está más dañado que los Kirchner. Tal vez tenga razón Eduardo Duhalde: "El próximo presidente no saldrá del PJ".

Proeza
La Argentina se veía esta madrugada como un país más equilibrado, pero lejos de encontrar un nuevo orden. La voluntad del que manda no será sustituida todavía por un sistema. Para advertirlo, basta hacer un inventario de las estrellas de esta hora. Francisco de Narváez realizó su proeza rodeado de unos pocos asesores: su colaborador todo terreno Gustavo Ferrari, el publicista Ramiro Agulla, su socio José Luis Manzano y el king maker ecuatoriano Jaime Durán Barba, decisivo a la hora de convertir al candidato de un peronista del conurbano a un macrista de Pro.

Si alrededor de Macri y De Narváez funcionará una fuerza política, ésta empezará a formarse recién ahora. Ni siquiera el vínculo que une a esa pareja es de acero, y no sólo porque difieran acerca de las privatizaciones.

Algo similar puede decirse de la otras dos figuras que los comicios de ayer proyectaron hacia 2011. Son Julio Cobos y Hermes Binner. El mendocino es la expresión electoral de la que, acaso, sea la organización más articulada que aparece hoy en condiciones de competir en el país: la UCR. Hay que creer en la resurrección. Sin embargo, el Acuerdo Cívico y Social quedó desbaratado con la mala performance de la Coalición Cívica en la Capital Federal y Buenos Aires.

El desequilibrio político sobre el que se basó el despiadado liderazgo de Kirchner comenzó anoche a resetearse. Hay otro desajuste que llegó en 2001: el desequilibrio territorial. Cobos, Binner, Luis Juez, Reutemann y los gobernadores que comenzarán a rodearlo expresan a un interior que quedó marginado desde que la provincia de Buenos Aires, primero con Duhalde y más tarde con Kirchner, se apropió del poder de la Nación.

Ese país federal y agrario vuelve a buscar su lugar en el concierto. Las elecciones de ayer representaron también el fracaso de un experimento desesperado: ejercer la dominación del país desde el conurbano. Si alguien lo advirtió fue De Narváez, que sustituyó a tiempo a Duhalde por Macri y Michetti. ¿Lo habrá entendido el esposo de la Presidenta? Hasta esta madrugada siguió llamando, desencajado, a cada intendente del Gran Buenos Aires para que le expliquen su derrota.

lunes, 29 de junio de 2009

- CAMAROGRAFO -





La historia del reportero que filmó su propia muerte


29 de junio


Día Nacional de Camarógrafo Argentino



Desde 1989, cada 29 de junio se debería conmemorar el “Día Nacional de Camarógrafo Argentino”, por Resolución del Congreso Nacional. El cameraman que promovió este onomástico, Sergio Pérez, quiso hacer de esa fecha un homenaje al reportero argentino Leonardo Henrichsen, fusilado en Santiago de Chile, en 1973, mientras cubría para la TV Nacional Sueca un motín militar conocido como el “Tanquetazo”.





En el siglo del cine y la televisión, la cámara se convirtió en la herramienta del más verídico registro de los hechos contemporáneos. Es el único siglo que puede mostrar la crónica de sí mismo a través de la imagen en movimiento. El camarógrafo, como portador del mágico instrumento, se ha convertido, desgraciadamente, en la víctima propiciatoria de esa historia. Según datos de The Freedom Forum, del total de los reporteros muertos desde la II Guerra Mundial, los camarógrafos representan el 42%. En 1998, el periodista sueco Jan Sandquist, nos contó en Buenos Aires, que la TV Soviética envió al frente de Stalingrado 512 reporteros camarógrafos. Sólo volvieron 12.





El camarógrafo Leonardo Henrichsen era el Corresponsal Exclusivo de la Televisión Nacional de Suecia, para todo el Hemisferio, junto al reconocido cronista sueco, Jan Sandquist. Cubrió 21 golpes de Estado y acontecimientos clave de nuestro continente, como los últimos dos meses de la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, la muerte de Robert Kennedy, o los célebres secuestros del empresario Oderman Sallustro, en Argentina, y los de embajadores de las repúblicas de Alemania y Suiza, en Brasil y Guatemala.





Leonardo es el primer periodista caído en un golpe militar durante el siglo XX. Pero su muerte pertenece a una historia colectiva. Desde el año en que murió, 1973, el periodismo mundial ha conocido su peor racha de muerte. De los casi 2000 reporteros caídos en escenarios de alto riesgo, en el siglo XX, los últimos 30 años (1973-2003) registran el 52%.





En ese mismo lapso, murieron siete veces más reporteros que en los 70 años que van de 1902 a 1973, con dos guerras mundiales en le medio. Entre 1989 y 1990, con 107 guerras ocurridas alrededor del planeta, cayeron 60 periodistas cada año. Estos datos, reseñados por The Freedom Forum (USA) y Reportier sans Frontier (Francia), indican la escala que alcanzó la matanza de informadores por el mundo. La muerte de Henrichsen dio inicio a esa historia de tragedia.





En la publicación del libro “Reportaje con la Muerte, biografía de Leonardo Henrichsen”, Rogelio García Lupo, escribe en la presentación de contratapa: “En junio de 1973 estalló en Chile un motín militar que fue la antesala de la gran tragedia que es mismo año iba a marcar a fuego la historia de América Latina en el siglo veinte.





Sin embargo, en aquel escenario dominado por la confusión y el fracaso, que los militares chilenos utilizaron para contar sobre el terreno las propias fuerzas y las ambiciones de cada uno, tuvo lugar la extraordinaria hazaña de Leonardo Henrichsen, el reportero gráfico que filmó su propia muerte. El nombre de Henrichsen –nacido en Argentina, en una familia llegada de Suecia, muerto en Chile– ha sobrevivido a la mediocridad de aquel asalto al gobierno del presidente Salvador Allende y con el paso de los años ha entrado en la gran historia del periodismo mundial.





“Guardó cuadro a cuadro el transparente paso de la vida a la muerte”, afirma Modesto Emilio Guerrero en este libro donde reconstruye la biografía del autor de uno de los grandes reportajes de nuestro tiempo, por el que pagó con su propia sangre.

domingo, 28 de junio de 2009

- PIES DE BARRO -




Entrevista con Natalio R. Botana


"La hegemonía siempre ha tenido pies de barro"


Aunque señala que se siguen acumulando insuficiencias institucionales, el autor de La tradición republicana cree que hoy están dadas las condiciones para poner fin a la excesiva concentración de poder. Lo que falta, dice, es garantizar la gobernabilidad y poner en marcha la reconstrucción de los partidos políticos


Ricardo Carpena
Noticias de Enfoques
Foto: Mariana Araujo
La Nación


Cuando Natalio R. Botana dice que "el peronismo está cambiando de piel", uno no puede evitar imaginarse sus distintas pieles. En las que parecían de cordero y que terminaron siendo de lobo (o viceversa). En muchas pieles sensibles a las necesidades de la gente, pero también en la piel chamuscada o dura de otros dirigentes. En cómo hay quienes cuidan más la piel del prójimo que la propia y quienes sólo quieren salvar su pellejo. Y en cómo ese juego de pieles no es privativo del peronismo, sino de toda una clase política que a veces se despelleja a sí misma y que ha dejado al país en carne viva.

"¿Ese cambio de piel va a conducir al peronismo a que se reconstituya como un partido político, con reglas internas acatadas, a que pueda procesar los liderazgos en paz? ¿O esta fragmentación entre uno o dos peronismos va a proseguir? Este es el gran interrogante que se abre y lo mismo podemos decir del otro espacio, ocupado por la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista. ¿Van a ser capaces de producir liderazgos internos de manera pacífica y constructiva?", se pregunta este prestigioso doctor en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Lovaina (Bélgica), que es autor de innumerables ensayos, que enseña en distintas universidades argentinas y del exterior y que actualmente es profesor emérito de la Universidad Torcuato Di Tella.

Botana afirma que, después de las elecciones, la Argentina entrará "en un período de transición altamente complicado: hasta el 10 de diciembre vamos a tener un Congreso rengo. ¿Cómo va a actuar? ¿De acuerdo con la legitimidad adquirida en las elecciones de hace un año y medio o de acuerdo con la legitimidad que se acaba de adquirir en estos comicios?"

"Las condiciones para que se apague la hegemonía están dadas, pero lo que no está dado todavía son las condiciones de gobernabilidad y las de la reconstrucción de los partidos políticos", advierte el autor de El orden conservador durante la entrevista con Enfoques.

-Se habla mucho de las elecciones, pero no tanto de lo que pasará después. ¿Qué país imagina desde mañana?

-Un país complicado. Es evidente que los coletazos de la crisis van a seguir. Esta campaña electoral ha revelado los temas pendientes de las crisis por las que atravesó el país en la última década: la gran crisis del 2001-2002, lo que reveló, más allá de la crisis monetaria y fiscal, es una muy honda crisis de representación política. Y el indicador más elocuente de eso ha sido la crisis de los partidos, que estallaron en muchos fragmentos, en nuevas formas de personalismos. Esta campaña no ha sido de partidos sino de candidaturas de carácter mediático, y organizada a través de las campañas negativas que tienen por objeto atacar personas y no discutir ideas.

-¿El carácter de plebiscito que le dio Néstor Kirchner a esta elección complica este cuadro?

-Lo complica porque, evidentemente, son tácticas y estrategias que pueden perjudicar a unos y a otros. Por ejemplo, haber alentado una polarización cuando lo que correspondía no era polarizar sino dividir es algo que no resiste la lógica, pero atrás de todo esto está la necesidad. El peronismo está cambiando de piel. ¿Eso va a conducir al peronismo a que se reconstituya como un partido, con reglas internas acatadas, a que pueda procesar los liderazgos en paz? ¿O esta fragmentación entre uno o dos peronismos va a proseguir? Este es el gran interrogante que se abre y lo mismo podemos decir del otro espacio, ocupado por la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista. ¿Van a ser capaces de producir liderazgos internos de manera pacífica y constructiva?

-Es difícil pensar en esa reconstrucción: la falta de elecciones internas es un dato saliente de la política de hoy.

-El problema es que estamos intoxicados por normas que no se cumplen. Por consiguiente, vivimos, por un lado, una democracia caligráfica y, por otro, una democracia cariocinética, de candidatos que no cumplen con las reglas. Desde 2001 y 2002 se tendrían que haber hecho elecciones primarias. Se siguen acumulando insuficiencias institucionales. La culminación de esto han sido las candidaturas testimoniales, que son también la punta de un iceberg de un proceso de falta de respeto a la ley. En nuestra vida política, las normas son instrumentos al servicio del apetito del poder y no son leyes capaces de morigerar los apetitos del poder. Por eso debemos reconstruir nuestro sistema de partidos, herencia de la crisis de 2001- 2002. Pero no es la única herencia...





-¿Cuál es la otra?

-Una que estas elecciones están mostrando dramáticamente: la herencia de la crisis con el campo, que reveló también un conflicto de largo arrastre en la historia, como el problema del federalismo vinculado con nuestra incapacidad fiscal para armar una estructura moderna del Estado. Después de estas elecciones, imagino un Congreso mucho más fragmentado, pero que va a tener que encarar los temas atinentes a las grandes leyes del federalismo. Esa norma que debería articular las dos dimensiones, la del federalismo y la fiscal, es una ley pendiente de coparticipación federal. Así, tenemos provincias mendicantes que dependen de los favores del príncipe.

-Si el kirchnerismo pierde o no obtiene un triunfo amplio en las urnas, ¿cambiará su tendencia hegemónica?

-La hegemonía en la Argentina siempre ha tenido pies de barro. Es una tradición histórica, pero que muestra que la inclinación hegemónica de los gobernantes, más temprano que tarde, es obstaculizada o detenida por el propio juego de la opinión pública. La primera condición de la hegemonía es tener un fuerte respaldo electoral. Tener una hegemonía con niveles de apoyo del 30 o del 35% del electorado sólo puede dar una condición de primus inter pares y no mucho más. La segunda característica de la hegemonía que también se va a perder es el control de la sucesión. Pero entramos en un período de transición altamente complicado. Como dijo un reciente editorial de la revista Criterio , ¿entre el 29 de junio y el 10 de diciembre vamos a tener un Congreso rengo? ¿Cómo va actuar? ¿De acuerdo con la legitimidad adquirida en las elecciones de hace un año y medio o de acuerdo con la que acaban de adquirir en estos comicios? Las condiciones para que se apague la hegemonía están dadas. Lo que no está dado todavía son las condiciones de gobernabilidad y las condiciones de reconstrucción de los partidos.

-¿La oposición también deberá replantear su estrategia y cierta tendencia a oponerse a todo porque sí?

-A corto plazo, la oposición tiene que ir al Congreso a formular una política de concertación. Hay una tradición histórica que en la Argentina viene desde hace más de un siglo: el ideal democrático está fundado en la ética reformista. Y las reformas suponen aplicar la razón pública para resolver problemas concretos con vistas al bien común. Junto con el reformismo hay otra tendencia muy fuerte en la Argentina que es el regeneracionismo, la tradición de rasgarse las vestiduras ante la realidad y emitir juicios morales absolutos. Esto puede llevarnos a visiones maniqueas y a la división dicotómica, como ha ocurrido durante este último quinquenio, entre amigos y enemigos. Esta visión debe ser superada porque lleva a no legislar como corresponde. El contrapunto entre reformismo y regeneracionismo es importante. Y este gobierno lo llevó a niveles de confrontación muy significativos, pero también lo han hecho sectores de la oposición.

-Usted ha dicho en una nota publicada hace poco en LA NACION que "el norte deberían ser las reformas de las leyes y de los liderazgos". ¿En qué sentido piensa que deberían reformarse?





-Durante los años noventa y la primera década de este siglo que fenece, hemos tenido liderazgos de apropiación de los recursos del Estado. Es importante que los liderazgos cambien de orientación, que pasen a ser de construcción del Estado, con inspiración institucional, capaces de crear nuevas instituciones o de renovar las que existen. No se trata sólo de la reconstrucción del Estado nacional sino también de los provinciales. Y ahí hay un problema: el de la provincia de Buenos Aires. No es posible tener un régimen electoral y federal con un distrito con ese porcentaje de votos. O que es la madre de lo que se llaman las listas sábana. Esa provincia representa la suma de votos en Capital, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Le vendría muy bien a la Argentina del futuro comenzar a pensar qué significado tendría una hipotética división de la provincia de Buenos Aires. De modo tal que el federalismo tuviese más equilibrio y ese principio que destacó tan bien Tocqueville, el de la descentralización.

-¿Por qué, a diferencia de Brasil o de otros países de la región, la clase dirigente argentina no puede acordar políticas de Estado? ¿Por qué esta Argentina pendular en la que un gobierno deshace todo lo que hizo el anterior?

-Brasil ya va para 16 años de gobierno con políticas continuas. Aunque discuten mucho entre ellos, las políticas fundamentales, que inicia una presidencia fundadora como la de Fernando Henrique Cardoso, señalaron un rumbo para Brasil. Hay una política fiscal que se mantiene, de robustecimiento del Estado donde corresponde, de autonomía de la sociedad civil. Y Lula, con una extraordinaria percepción, hereda esto, lo perfecciona y lo sigue llevando adelante. Lo mismo en Uruguay, desde Julio Sanguinetti en adelante. Y los liderazgos de carácter institucional y de reconstrucción del Estado que tuvo la Concertación en Chile han sido ejemplares. Durante casi 20 años. Existió la comprensión de que los partidos son mediadores para construir instituciones. Aquí, esa visión no existió. Y estos liderazgos de apropiación del Estado se consumieron atrapados por proyectos hegemónicos. Menem cae discutiendo la "re-reelección", mientras que Lula dice que más de dos períodos es monarquía. Salvo Raúl Alfonsín, este es un país donde los presidentes no pueden irse en paz a sus casas. La Argentina vive superponiendo situaciones de emergencia cuando lo que tendríamos que buscar es el desenvolvimiento ordinario de las instituciones.

-¿Por qué el peronismo da la sensación de que es el único partido en condiciones de gobernar este país?

-Se debe en parte, también, a las falencias que han tenido las experiencias no peronistas en el gobierno. Los dos presidentes no peronistas, Alfonsín y De la Rúa, no pudieron terminar su período. El peronismo representa el papel de un PRI inestable. Lo digo por el famoso Partido Revolucionario Institucional de México, que gobernó durante décadas sobre la base de que siempre controlaba la presidencia, pero esa presidencia no habilitaba la reelección. Pero en México se suponía que el partido natural de gobierno era el PRI. Punto. Aquí tenemos un PRI inestable porque el propio peronismo no ha logrado resolver sus problemas internos de liderazgo. Por eso no dura. No duró Menem porque le salió Duhalde. Probablemente la experiencia kirchnerista no dure un período más porque le han salido retadores en su seno, como De Narváez o Reutemann. Ellos mismos no pueden estabilizar su producción de liderazgos.

-Para esta reconstrucción de los partidos, ¿es importante que los dirigentes cuyos liderazgos se insinúan con más fuerza, como Julio Cobos o Carlos Reutemann, tengan un perfil moderado, con tendencias a un mayor pluralismo y una mayor tolerancia?

-Una democracia republicana está basada en el pluralismo, en tolerancias mínimas, pero estas actitudes moderadas deben ser capaces de producir políticas de Estado. La moderación no es suficiente en política. El centrismo tampoco. Es el gran desafío de Barack Obama. Como dijo Paul Samuelson, Obama es fundamentalmente centrista, pero está atacado por los extremos. Lo importante es que la Argentina pueda definir su perfil federal, fiscal y que los partidos vuelvan a ser partidos. No es suficiente con dirigentes moderados. Tienen que echar las bases de la reconstitución del sistema de partidos, que es la condición necesaria para la reconstitución del régimen político democrático y republicano.

-En esta crisis de los partidos, ¿cómo influye el hecho de que vivimos en una democracia mediática, donde pesa más la imagen que el contenido?

-Lo mediático impregna todas las democracias del mundo. La imagen más desoladora que tuve de lo mediático fue cuando cayó el muro de Berlín: la Unión Soviética se transformó en una democracia y Boris Yeltsin apareció bailando para demostrar que era moderno. El impacto mediático es muy fuerte aquí porque hay medios muy bien organizados, con alta tecnología, que avanzan sin resistencias. ¿Cómo resistirlo? Primero, con un sistema de educación pública sólido y consistente. Si los chicos no están en la escuela, van a estar pegados a la televisión. Segundo, un sistema de partidos sólido y consistente. Tercero, un procedimiento judicial eficaz, porque la lentitud de los procedimientos judiciales hace que muchas veces los temas se diriman en una pantalla de TV. Hay francos desequilibrios entre el poder mediático y el resto de los poderes sociales y políticos. Es muy fácil alzarse con una eventual mayoría para un postulante con dinero, que, en un país más organizado desde el punto de vista político, debería bregar dentro de un partido para ir ascendiendo y obtener así el premio de ser candidato.

© LA NACION

sábado, 27 de junio de 2009

- INVASIONES -






INVASIONES INGLESAS




El Virreinato del Río de la Plata, en donde el dominio español parecía firmemente asentado, sufrió directamente las consecuencias de la expansión de las guerras europeas al espacio atlántico —que, desde la derrota francoespañola en la batalla de Trafalgar, en 1805, había quedado bajo el absoluto dominio inglés.





En 1806, una fuerza militar inglesa, que acababa de apoderarse de la colonia holandesa del Cabo de Buena Esperanza (en el sur de África), se dirigió hacia el Río de la Plata. El 27 de junio, las tropas inglesas bajó el mando de William Carr Beresford tomaron, sin encontrar resistencia, la ciudad de Buenos Aires.





El virrey Sobremonte, junto con buena parte de la administración española, abandonó la ciudad, mientras que los representantes de los principales grupos e instituciones locales se apresuraron a mostrar obediencia a las nuevas autoridades. Sin embargo, este acatamiento duró poco.





Un primer intento de expulsar a las fuerzas inglesas, llevado a cabo por Juan Martín de Pueyrredón y un grupo de paisanos, fracasó. Finalmente, las tropas provenientes de Montevideo al mando de Santiago de Liniers, un oficial francés al servicio de la corona española, iniciaron la resistencia; simultáneamente, se organizaron las milicias urbanas. Los ingleses se vieron superados militarmente y el 12 de agosto se rindieron.





Finalizada la Reconquista, el 14 de agosto, los funcionarios y principales vecinos, reunidos en Cabildo abierto, decidieron privar a Sobremonte del mando militar y convirtieron a Liniers en el gobernador militar de Buenos Aires. También resolvieron organizar la defensa de la ciudad ante la posibilidad de un segundo ataque.





En efecto, en febrero de 1807, tropas. británicas —mucho más numerosas que las de la Primera Invasión Inglesa— al mando del general John Whitelocke tomaron Montevideo y meses más tarde, en junio, desembarcaron por segunda vez en Buenos Aires. Luego de eludir a las fuerzas de Liniers, los ingleses entraron en la capital.





Pero allí se encontraron frente a la defensa organizada por Martín de Álzaga, próspero comerciante español y alcalde de primer voto del Cabildo de Buenos Aires. Whitelocke no estuvo dispuesto a entrar en un combate con inciertas perspectivas y se rindió. La victoria de Buenos Aires fue militar, pero sobre todo política, en la medida en que los invasores no pudieron contar con el apoyo de los grupos locales.


viernes, 26 de junio de 2009

- EJEMPLOS -




Bachelet y Lula, modelos de Obama



La Argentina debería definir su propio perfil si, como insinúa la Presidenta, pretende mejorar la relación con EE.UU.


Noticias de Opinión
La Nación


A los ojos de la presidenta de la Nación, Barack Obama es un tenaz imitador de su marido y, al parecer, un aplicado alumno de Perón. Después de todo, como afirmó en un acto de campaña en Marcos Paz, "muchas cosas que hace ahora el presidente de los Estados Unidos nosotros ya las hemos hecho antes aquí".

De ser cierto, el gobierno norteamericano preferiría disimular la fuente de las políticas de recuperación de su economía, seriamente averiada por la crisis desatada en Wall Street. De ahí, en principio, su insistencia en postergar la visita de Cristina Kirchner a la Casa Blanca.

Obama recibió ahora a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en su mejor momento desde que asumió el cargo, a pesar de promediar un año de elecciones presidenciales en su país y de haber padecido antes que otros países el azote de la gripe A: supera el 60 por ciento de imagen positiva. Fue la segunda mandataria latinoamericana en visitar la Casa Blanca después del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, "el político más popular de la Tierra", según el anfitrión.

Curiosamente, Cristina Kirchner no parece recibir respuesta a sus pedidos de reunirse con Obama. Ni en la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, ni en la reunión del G-20, en Londres, lograron sus gestores conseguirle un lugar en la agenda.

Si Néstor Kirchner se prestó en la IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata, para montar el circo de Hugo Chávez, Evo Morales y Diego Maradona contra George W. Bush y, apenas asumió la presidencia, Cristina Kirchner acusó a los Estados Unidos de montar "operaciones basura" con la valija repleta de dólares proveniente de Venezuela en un avión rentado por una empresa del Estado argentino, difícilmente reciban del país agraviado el trato preferencial dispensado a Bachelet y Lula.

Dejó en claro Obama que ambos presidentes señalan "el camino para otros países en los que la tradición democrática puede que no esté tan profundamente arraigada como nos gustaría". Dejó en claro, también, que se puede "hacer una causa común mostrando a esos países que la democracia, el respeto a los derechos de propiedad, el respeto a una economía de mercado y el imperio de la ley pueden llevar a una mayor prosperidad". ¿Hablaba de Venezuela, de Bolivia, de Ecuador o de la Argentina? La democracia no termina en las urnas, como parecen insinuar algunos líderes de esos países.

Hasta que el gobierno de los Kirchner no emita una señal clara de su perfil, ningún funcionario norteamericano se esforzará en asignarle el lugar que pretende en la agenda de Obama. No sólo en los Estados Unidos sucede esto. Cuba eligió a Lula para mediar ante Obama. Hilda Molina no recibió la autorización para viajar a la Argentina gracias a los Kirchner, sino a la discreta Iglesia cubana. ¿Qué respeto transmite un gobierno que, además de maltratar a la principal fuente de ingresos del país, el campo, y de confiscar las jubilaciones privadas, no se mostró sensible con la causa humanitaria de la médica cubana con nietos argentinos ni salió en defensa de intereses de empresas argentinas perjudicadas por los afanes estatistas de Chávez?

La presidenta socialista Bachelet, comprometida con los derechos humanos por haber padecido en el exilio la represión de Pinochet tras el asesinato de su padre, tendió el puente con los Estados Unidos que la Argentina de los Kirchner se empeñó en dinamitar con la excusa ingenua de mostrarse progresista y desairar a Bush. También lo hizo Chile en el gobierno de Ricardo Lagos, otro socialista, pero aplicó un método más sutil: se opuso con México a la guerra contra Irak en las Naciones Unidas. Sembró respeto sin alzar la voz y, ahora, cosecha respeto a voz alzada.

jueves, 25 de junio de 2009

- GINASTERA -





Alberto Ginastera


Un grande de la música


Aniversario de su muerte





Nació en Buenos Aires, Argentina, el 11 de abril de 1916. Murió en Ginebra, Suíza, el 25 de junio de 1983.
Su primer trabajo importante fue el ballet Penambí, que lo hizo conocido en toda Argentina.





De 1945 a 1948 abandona su país debido a su pésima relación con Perón. Va para Estados Unidos, donde estudia con Copland y Tanglewood.
Cerca de 1956 expande su estilo musical más allá de los límites de la nacionalidad. Es la época de excelentes trabajos.





En 1969 sale nuevamente de Argentina y va a vivir en Ginebra, Suíza.
Su música es esencialmente tradicionalista. Una ecléctica síntesis de técnicas de varias escuelas musicales está evidente en su composición más famosa, la ópera Bomarzo.





Quedó famoso como compositor de fuerte sentimiento nacionalista, a pesar de haber influencias de la música internacional que se producía en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.





Su obra puede ser dividida en 3 períodos: nacionalismo objetivo, nacionalismo subjetivo y neo-expresionismo.
Sus primeros trabajos pertenecen al primer período. Él caracterizó ese período como una etapa de "nacionalismo objetivo" en el cual las características de la música folklórica se reproducían abiertamente.





Usa el folklore argentino y es influenciado por Stravinsky, Bartok y Falla. Son de este período: Danzas Argentinas op. 2 para piano, Estancia (ballet), las Cinco Canciones Populares Argentinas, Las horas de una estancia y Pampeana nº 1.





El estreno de la suite orquestal de su ballet Estancia, consolidó su posición dentro de Argentina.
A partir de 1948 comienza a usar técnicas de composición más avanzadas. Es el período de nacionalismo subjetivo, sin posiciones revolucionarias. Abandona los elementos populares tradicionales a pesar de continuar a usarlos simbólicamente.





Jamás abandona las tradiciones argentinas. Son de esta fase Pampeana n. 3 para orquesta, y Sonata para piano n. 1. Durante ese segundo período, que comienza con la Sonata para piano, Ginastera adoptó la técnica dodecafónica. Su concepción a respecto de la técnica siempre fue libre y totalmente personal y su música tuvo siempre características inconfundiblemente nacionalistas.





El Cuarteto de cuerda nº 2 tiene la misma calidad rítmica que aparecía en sus primeras obras y, a pesar del uso de técnicas dodecafónicas, ese cuarteto es esencialmente tonal. En este período las características étnicas, a pesar de presentes con una forma sublimada, se aplican de una manera menos consciente.





El período neo-expresionista, comienza aproximadamente en 1958. Está marcado por una busca continua de los procedimientos técnicos más avanzados y una disminución de la importancia que hasta poco otorgara a las características nacionales explícitas. No hay más folklore pero continúa habiendo elementos argentinos, como él mismo dijo.





Además de una aproximación cada vez mayor a la forma dodecafónica, respondió a algunas de las nuevas corrientes que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial integrando ciertos aspectos de la composición aleatoria y microtonal dentro de su propia orientación estilística general.





Las obras más importantes de este período fueron las óperas Don Rodrigo, Bomarzo y Beatrix Cenci, que tuvieron gran éxito y lo situaron como el compositor latinoamericano más importante de su tiempo. De este último período tenemos aún dos Conciertos para piano, un Concierto para violín, el Popul Vuh para orquesta, el Concierto n. 2 para cello y orquesta y la Cantata para América Mágica.


miércoles, 24 de junio de 2009

- ELECCIONES -




El escenario


Kirchner espera la votación con un ánimo oscilante


Joaquín Morales Solá
LA NACION
Noticias de Política



Un Kirchner oscilante, y también indescifrable por momentos, parece aguardar en las vísperas de los comicios más comprometidos de su vida de político. En los últimos días ha pasado de pronosticar en la intimidad un eventual paso al costado suyo a envalentonarse de nuevo, ordenando ofensivas contra la clase media porteña y contra los medios de comunicación. Ningún encuestador está en condiciones de calmar su creciente ansiedad. Ningún colaborador cercano a él sabe ya cuál es el último y definitivo Kirchner. El ex presidente ha perdido su vieja seguridad política y eso es lo que se esconde detrás de su ánimo inconstante de las últimas horas.

Dicen que el jueves último hubo una reunión en Olivos en la que Kirchner prometió abandonar el gobierno si el próximo domingo la derrota se abatiera sobre él en la provincia de Buenos Aires. "Armaremos las valijas y nos iremos", aseguran haberlo escuchado decir. ¿Es cierto? Tres fuentes inmejorables confirmaron que el esposo presidencial pronunció esa frase luego de que le comentaran los resultados de encuestas vacilantes. Ninguna medición le aseguró nada en los días recientes, a pesar de que las que llegan a él siempre lo colocan unos puntos por arriba de Francisco de Narváez.

Un ministro importante del Gobierno descartó de plano que esa frase haya salido de boca de Kirchner. "La posibilidad de la derrota no existe para nosotros. ¿Por qué hablaría de lo que no existe?", contestó ante una consulta de LA NACION. Pero otro ministro relativizó la respuesta: "Kirchner dice esas cosas para alentar a la tropa en los días finales de la campaña. Que lo diga ahora en la intimidad de unos pocos no quiere decir que lo vaya a hacer luego", explicó.

Carlos Reutemann aceptó sólo haber escuchado esa versión en los corrillos del Senado: "Me contaron sobre esa reunión, pero yo no estuve en Olivos y no veo ni hablo con Kirchner desde hace mucho tiempo", explicó el senador. Otro alto funcionario del Gobierno fue más allá aún: "¿Le preguntaron a Cristina que va a hacer ella? Néstor puede hacer las valijas todas las veces que quiera, pero la que tiene que poner la firma es Cristina". Tiene razón. Néstor Kirchner no tienen ningún cargo formal en la administración, aunque es el hombre fuerte del país. Sólo una renuncia de su esposa podría materializar la metáfora de las valijas y los alejamientos.

Todas las fuentes coinciden en que será muy difícil para Kirchner aceptar las condiciones de una eventual derrota. "Kirchner gobernó siempre con exceso de poder y de recursos. Ahora se está quedando sin las dos cosas", dijo uno de esos funcionarios. En público, Kirchner ha oscilado también: primero dijo que su derrota podría reeditar la crisis de 2001 (que significó la caída de un gobierno) y después se ofendió cuando se informó que él mismo planeaba una retirada del Gobierno.

Sin embargo, sobre el fin de semana último, el viejo ímpetu volvió al espíritu del ex presidente. No quiso escuchar los resultados de ninguna encuesta que le diera una victoria por menos del 10% de los votos en la provincia de Buenos Aires. "No vengan a asustarme", les dijo a sus generosos encuestadores, mientras los ahuyentaba. Ya sus medidores de opinión pública habían hecho algunos dibujos para conformar a Kirchner, pero resultaron insuficientes.

Entonces también lo instruyó a Daniel Scioli para que levantara la candidatura de Margarita Stolbizer. Sabe, con razón, que un eventual triunfo suyo sólo podría ser obra de un equilibrio de votos entre sus opositores. La polarización con De Narváez, que él mismo provocó sin quererla, es el escenario menos querido por Kirchner y también, aunque por razones distintas, por la alianza de Elisa Carrió, el radicalismo y el socialismo. Pero el oficialismo equivocó de nuevo la estrategia: los funcionarios no debían elogiar a Stolbizer, sino criticarla. Los votantes antikirchneristas deben ver en la candidata una clara opción opositora y no una figura respetada por el oficialismo, como terminó exponiéndola Scioli. Pruebas: De Narváez creció cuando el kirchnerismo lo enfrentó.


* * *

Cuando recobró el ánimo, Kirchner comenzó también a ocuparse de la noche del próximo domingo. Se ocupó mal, como suele hacerlo cuando se siente inseguro. Le teme a una algarabía prematura de la clase media porteña o, lo que sería peor, que ésta se ensañe con críticas multitudinarias al kirchnerismo. Los grupos piqueteros se prepararon entonces para ocupar la Plaza de Mayo, velando para que eventuales y alegres opositores no festejen nada en la principal plaza de la nación política. La fuerte reacción social hizo que algunos de los que convocaban (Luís D´Elía, más precisamente) anunciaran ayer el levantamiento de la convocatoria. Era (o es, nadie lo sabe) una maniobra para amedrentar y disuadir más que para otra cosa. Era, o es, una decisión arriesgada, que conllevaría el peligro de serios enfrentamientos sociales. Pero, ¿no es lo mismo que el propio Kirchner ya hizo hace un año durante el largo y tenso conflicto con el campo?

En el fárrago de los días finales, Kirchner también dio instrucciones sobre los medios periodísticos. Organizaciones paragubernamentales, como el grupo La Cámpora, anunciaron que harán concentraciones en la noche del domingo en las puertas de medios de comunicación. La primera consecuencia será que dificultarán seriamente el trasiego de periodista en un día de elecciones. La consecuencia más importante será, con todo, la certeza de hostigamiento e intimidación que sentirá el periodismo. Esta convocatoria no levantada hasta anoche, por lo menos. Piquetes que se levantan antes de concretarse. ¿Para qué? Una elección no se gana con fuerzas de choque ni con amenazas abortadas.

Sea como fuere, en la euforia o en la duda, Kirchner bascula entre los extremos. Así llegó y así se despide del enorme poder que tuvo durante más de medio lustro. Sabe, en el fondo o en el frente, que el monumental tamaño de ese poder no volverá a repetirse en la vida de político que le queda.

martes, 23 de junio de 2009

- ANTARTIDA -







Tratado Antártico






El Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959 y entro en vigencia el 23 de junio de 1961. Regula las relaciones entre los estados firmantes en las materias relacionadas con la Antártida. El Tratado afecta los territorios, incluyendo las barreras de hielo, ubicados al sur de los 60° de latitud sur.





Los firmantes iniciales (países signatarios) fueron Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, URSS (sustituida por Rusia), el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Estados Unidos, pero el Tratado dejó la puerta abierta a cualquier miembro de la Organización de las Naciones Unidas, u otro estado invitado por la totalidad de los signatarios. Desde su firma varios países más se han adherido al tratado.





El Tratado congela las aspiraciones territoriales de los signatarios, impide la negación o afirmación de derechos de soberanía de los firmantes, y prohíbe la realización de nuevas reclamaciones, protegiendo los derechos de soberanía de sus miembros signatarios.





Limita la dedicación de las actividades de la Antártida a misiones pacíficas, en particular científicas. Establece asimismo el intercambio de información, personal científico, observaciones y resultados sobre las actividades realizadas por los signatarios en el continente.





Queda prohibida toda medida militar y el uso militar de las bases. Se prohíbe el ensayo de toda clase de armas, así como las explosiones nucleares o almacenar material radiactivo. El uso de energía o material nuclear debe ser concordado por todas las partes del Tratado.
Hay un sistema de inspección abierto a todas las partes del Tratado. Se efectuaron Asambleas Consultivas del Tratado Antártico en forma anual. Fueron bianuales entre 1959 y 1994.





Varios países reclaman parte del territorio de la Antártida; entre ellos Argentina, Chile, Australia, Francia y Reino Unido, que disputan entre sí parte de sus territorios reclamados por estar sobrepuestos entre sí.
Siete de los países miembros consultivos del Tratado Antártico mantienen reclamos sobre el territorio de la Antártida. En virtud del Artículo 4° del tratado, existe un "congelamiento" de los reclamos de soberanía que fueron hechos valer antes de la firma del mismo, e impide durante su vigencia que se hagan nuevas reclamaciones de soberanía.





Los reclamos territoriales en la Antártida no son reconocidos por otros países ni por la Organización de las Naciones Unidas; a excepción de Australia, Nueva Zelanda, Francia, Noruega y Reino Unido, que sí reconocen mutuamente sus reclamos territoriales por no estar sobrepuestos. Argentina y Chile también reconocen las áreas en donde no se sobreponen sus reclamos y denominan al conjunto de sus territorios antárticos como Antártida Sudamericana.





Estados Unidos y Rusia rechazan cualquier reclamo territorial en la Antártida, pero al momento de firmar el tratado, se han reservado el derecho a hacerlos en caso de que otros estados intenten hacer efectivos los suyos.
Argentina (Antártida Argentina), es el territorio entre los 25°O y los 74°O al sur del los 60°S, forma uno de los 4 departamentos de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur, excepto las islas Orcadas del Sur y Shetland del Sur que integran el Departamento Islas del Atlántico Sur de esa provincia. El reclamo fue oficializado en 1943 y se contrapone parcialmente con el reclamo chileno y totalmente con el británico.





Australia (Territorio Antártico Australiano, en inglés Australian Antarctic Territory), entre los 45°E y los 136°E y entre los 142°E y los 160°E, al sur de los 60°S, reclamo de 1933, uno de los 7 territorios externos de Australia.
Chile (Territorio Chileno Antártico), entre los 53°O y los 90°O, (sin límite Norte) delimitado en 1940, corresponde a la Comuna Antártica, una de las 2 comunas de la Provincia de la Antártica Chilena, XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.





Francia (Tierra Adelia, en francés Terre Adélie), entre los 136°E y los 142°E, al sur de los 60°S, reclamación de 1924, uno de los 4 distritos de las Tierras Australes y Antárticas Francesas.





Noruega (Tierra de la Reina Maud, en noruego Dronning Maud Land), entre los 20°O y los 45°E, (sin límites norte ni sur) reclamada en 1938, y la isla Pedro I (68°50'S 90°35'O), reclamo de 1929.
Nueva Zelanda (Dependencia Ross, en inglés Ross Dependency), entre los 150°O y los 160°E, al sur de los 60°S, reclamo de 1923, como un territorio dependiente neozelandés.





Reino Unido (Territorio Antártico Británico, en inglés British Antarctic Territory), entre los 20°O y los 80°O, al sur de los 60°S, reclamo de 1908 (con sus límites actuales fijados en 1962) como un territorio de ultramar, superpuesto totalmente con el reclamo argentino y parcialmente con el chileno.


lunes, 22 de junio de 2009

- LA LUCHA -





Lucha improbable entre las peras y las manzanas



Por Mariano Grondona
Noticias de Opinión
La Nación



En su reciente discurso ante la Asamblea General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se realizó en Ginebra, la Presidenta insistió en una tesis que también defiende su marido en la campaña electoral: que en la presunta lucha entre el Estado y el mercado, el gobierno argentino apuesta al Estado. A juzgar por los aplausos que Cristina Kirchner recibió (según las crónicas que vinieron de Ginebra), fueron muchos los delegados de los países del Tercer Mundo que coincidieron con su posición. En el orden interno, los Kirchner aprovecharon el reciente pronunciamiento de Mauricio Macri contra el modo como se realizó la reestatización de Aerolíneas Argentinas para reafirmar su vocación estatista mientras acusaban a Macri de privatista.

Pero creer que hay que optar entre ellos deriva de una idea errónea acerca del Estado y el mercado, como si fueran dos entidades de igual naturaleza que compiten por el mismo espacio. Es como si el Estado y el mercado procurasen vencerse mutuamente porque practican el mismo deporte y juegan en la misma cancha. Pero ¿es posible comparar la eficacia relativa de dos equipos si uno juega al fútbol y el otro al baloncesto? Al insistir en esta errónea nivelación del Estado y el mercado, los Kirchner pretenden meter en una misma cuenta peras y manzanas.

Lo que les falta a los Kirchner, entonces, no es un argumento eficaz a favor del intervencionismo y contra la libertad económica sino algo previo: un concepto preciso sobre qué cosa sea el Estado y que cosa sea el mercado. Para recoger la famosa definición de Max Weber, el Estado "es la agencia que reclama con éxito el monopolio de la coacción legal en un territorio determinado". Y, tomando la igualmente famosa definición de Joseph Schumpeter, el mercado es el espacio donde ocurre la "destrucción creativa de las empresas menos eficientes a manos de las empresas más eficientes a través de la competencia". Como se ve, la definición weberiana del Estado es esencialmente política, en tanto que la definición schumpeteriana del mercado es esencialmente económica. Peras y manzanas. Lo que les falta a los Kirchner cuando describen su imaginario combate entre una entidad esencialmente política y otra esencialmente económica es una idea clara acerca de estas dos entidades cuya confrontación explicaría, según ellos, la trama de la crisis del mundo contemporáneo. Pero si falta una idea clara sobre las dos entidades supuestamente en conflicto, es imposible que de la confusión de los conceptos pueda surgir una acción coherente de política económica.

Ganar o perder


Al carecer de una idea clara sobre la naturaleza del Estado y del mercado, la pareja presidencial plantea entre éstos un juego de suma cero en virtud del cual lo que uno gana el otro lo pierde. Esto no es lo que están haciendo los países de avanzada ante la crisis mundial porque, si bien están aumentando la intervención de los gobiernos en la economía, no lo hacen para "sustituir" a las empresas privadas como lo hizo nuestro gobierno con los fondos de las AFJP, sino para reforzarlas, proyectando un juego de suma positiva mediante el cual tanto el Estado como el mercado puedan ganar.

Los resultados contrapuestos de estas dos estrategias están a la vista. Entre nosotros, los capitales privados cuando pueden hacerlo se van. Entre ellos, a punto ya de pasar lo peor de la crisis, los capitales vuelven. Para comprobarlo basta comparar lo que está pasando en Brasil y en la Argentina. Mientras inversiones por decenas de miles de millones de dólares se agolpan en Brasil, al que ya se considera uno de los países emergentes "BRIC" (Brasil, la India, China y Rusia), que, aunque sean todavía subdesarrollados, ya compiten con los países desarrollados en la atracción de los capitales privados, las inversiones que aún quedan entre nosotros buscan desesperadamente huir de aquí. Pero esta fuga tiene su precio. Y es así como, en tanto que los países desarrollados y los BRIC se aprestan a pegar un nuevo salto no bien pase la crisis, entre nosotros hasta el Indec empieza a suministrar cifras cada vez más desalentadoras de pobreza y estancamiento.

Lo peor es que, animado por esta idea errónea de que lo que es bueno para el Estado ha de ser malo para el mercado, y viceversa, el gobierno de los Kirchner está alcanzando cifras que, si son económicamente negativas, ellos esperan que puedan salvarlos de un desastre electoral de aquí a siete días. Según cifras del experto Ernesto Kritz, los índices de pobreza son sólo del 13 por ciento en la Capital Federal, donde gana Macri; de alrededor del 36 por ciento en los primeros cordones del Gran Buenos Aires y nada menos que del 49 por ciento en el cordón más alejado, donde gana Kirchner. Uno de cada dos argentinos de este "lejano" Gran Buenos Aires vive en la pobreza. No resulta sorprendente entonces que sea precisamente en él donde los Kirchner esperan recolectar más votos. Es allí donde impera la penuria social de los más pobres que el Gobierno espera "hacerse rico" electoralmente. La política, otra vez, contra la economía. De esta manera se confirma el avance de una estrategia mal encaminada a costa del desarrollo económico y social, porque es en el seno de la pobreza más escandalosa que debiéramos tener la prioridad de superar y no en el seno de las clases medias adonde todos los argentinos debieran llegar que están cifradas las esperanzas del Gobierno. Para él, empecinado como está en el juego de suma cero, la política es la que debe comerse a la economía.

La sinergia


La estrategia empresaria del kirchnerismo está logrando, a través de un rodeo, resultados similares a la "acción directa" de Hugo Chávez. Mediante el hostigamiento de las empresas privadas a través del intervencionismo, lo primero que ha logrado es depreciar el capital de las empresas. Luego, cuando ellas han sido puestas en "situación de fuga", en ese momento aparecen empresarios relacionados con el Gobierno que ofrecen comprarlas a bajo precio mediante un "nuevo capital" que consiste en el favoritismo del Gobierno. Así es como se ha desarrollado entre nosotros lo que hoy se llama "el capitalismo de amigos".

Partiendo en cambio de la idea del juego de suma positiva, los BRIC y los países desarrollados están tratando de que los esfuerzos del Estado y de los capitales privados converjan. A esto se lo llama habitualmente sinergia , esto es, según el diccionario, "la acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales".

Es que los países "sinérgicos" que siguen esta otra estrategia no definen de igual modo al Estado que al mercado porque éste, allí donde existe de veras, es obra del Estado. Es el Estado el que ha creado al mercado garantizando la propiedad privada, pero rodeándola además de un sistema legal que, impidiendo el monopolio tanto estatal como privado, obliga a las empresas a competir arduamente entre ellas. Esta es la fórmula del progreso económico y social. Pero a partir de la suposición de que el Estado y el mercado no son "sinérgicos" sino rivales, lo que ha conseguido el kirchnerismo entre nosotros, en resumidas cuentas, es aniquilar el mercado para sustituirlo por un Estado empresario y sus favoritos, cuyas muestras de ineficacia y de corrupción han sido sobreabundantes a lo largo de los años. Es así como la Argentina ha pasado en las últimas décadas de figurar entre las diez naciones más desarrolladas del planeta al lugar número 68 en el concierto de las naciones, un lugar que, si los gobernantes no cambian sus ideas, ni siquiera podrá conservar en el futuro inmediato.

domingo, 21 de junio de 2009

- PADRE -






DIA DEL PADRE




¿Por qué el Día del Padre se festeja el tercer domingo de junio?
Lo penoso es que se trata de de algo netamente foráneo.





En el año 1966 el presidente de los EE.UU. Lyndon Johnson firmó una proclama declarando el tercer domingo de Junio como día del padre de los norteamericanos, en homenaje a John Bruce Dodd, considerado padre ejemplar por haber cuidado a sus nueve hijos.





No es que tengamos algo contra los estadounidenses y mucho menos contra el bueno de Dodd, pero para Juan Carlos Luján sería mejor que el Día del padre, en la Argentina, tenga que ver con algo argentino. Y así de clarito lo dice en su sitio web.





Nobleza obliga, Juan Carlos Mareco, le atribuye su moción a la Profesora Lucía Zuloaga de García Sada, que en el año 1953 había presentado ante la Dirección General de Escuelas de Mendoza un documento con el fin de declarar el 24 de Agosto como "Día del Padre" en homenaje al nacimiento de la única hija del General San Martín, Merceditas.





Su propuesta fue aceptada después tres arduos años de trámites pero luego, como suele pasar en la Argentina, se olvidaron de incluir la nueva norma en el Calendario Escolar y el 24 de agosto cayó en el olvido. Ahora Juan Carlos Luján, junto a otras organizaciones, propone recuperar esta fecha y así darle al Día del Padre una identidad y un sentido más nacional.





El General San Martín se encontraba en plena formación del Ejército de los Andes cuando nació Merceditas. Luego de fallecer su mujer decidió dedicarse a la educación de su hija. Viajaron juntos a Europa, adonde redactó "las máximas", un verdadero plan educativo de índole moral para Merceditas.





En ello se apoya Juan Carlos Mareco, convencido de que, en tiempos de globalización, “somos los Argentinos quienes debemos decidir qué modelo de padre queremos”. Y para graficar aún más su elección cita una de las frases que el padre de la patria escribió en su testamento: "Todos mis anhelos no han tenido otro objeto que mi hija amada".