martes, 2 de diciembre de 2008

- NEW AGE -




Una juventud diferente


Diego Valenzuela
Para LA NACION



La percepción pública y las encuestas sugieren que la juventud en los Estados Unidos ha retomado un lugar central en el debate público. Su participación fue fundamental en el triunfo de Obama (el 66% de los votos jóvenes fueron al demócrata). Se los observa de nuevo comprometidos con la política, y más conectados que nunca entre sí a través de las nuevas tecnologías. No creen en los medios tradicionales (su ámbito natural es Internet) y se muestran algo más progresistas que los miembros de generaciones anteriores.

"El atentado a las Torres activó el compromiso con lo público, y desde entonces la participación y hasta la política volvieron a ser algo atractivo para los jóvenes. Hasta entonces no confiaban en la capacidad de incidir en lo comunitario, pero el 2000 empezó a cambiar la actitudes", apunta John Della Volpe, director de encuestas de Harvard y responsable de los estudios sobre la llamada milennial generation (?generación del milenio´).

Se trata de los jóvenes de entre 13 y 29 años, un grupo social activo que está siendo estudiado sistemáticamente -con una encuesta realizada dos veces al año- por el Instituto de Políticas de la famosa universidad con sede en Boston. Dentro de este grupo están los votantes más nuevos (de 18 a 24 años), que representaron un 18% del electorado, un punto más que en las anteriores elecciones.

El último sondeo -realizado en octubre, sobre 2406 jóvenes de entre 18 y 24 años, de ambos géneros, diferentes sectores sociales, razas y religiones- muestra que un 63% considera que el país está en la senda equivocada. Responsabilizan por ello primero a George Bush (43%), luego a los legisladores republicanos (25%) y también a los legisladores demócratas (22%). Sólo un nueve por ciento cree que las cosas van bien en los Estados Unidos. Las elecciones los motivaron para participar. Un 79% manifestó estar registrado para votar. Un 36% de los jóvenes se identificaron como demócratas; un 26%, como republicanos y un 39%, como independientes (aunque una mayoría de ellos, con tendencia demócrata).

En ese sondeo manifestaban preferir a Obama antes que a McCain en una relación de casi dos a uno (56%-30%), algo muy similar a lo que habría ocurrido con los jóvenes en las urnas.

Según la interpretación de los analistas de Harvard, se trata de "la mayor diferencia en una generación, con algo sigificativo: atraviesa clases sociales, raza y educación".

El sitio politico.com escribió sobre este punto: "Hace rato que los jóvenes no votaban tan diferente de sus generaciones precedentes". En principio, apoyaron a Obama porque "puede significar un cambio" y porque es "una voz nueva y una perspectiva distinta" en política.

Hay quienes piensan que estas elecciones rompieron definitivamente con la idea de la juventud enfrentada con los adultos y la clase política, que viene de los años 60. Podría estar representando el fin de la era de los baby boomers , como ya sentenció en su libro el propio Obama.

La encuesta entre los millenials sugiere que parece terminarse el escepticismo juvenil con la política: un 59% se manifiesta interesado personalmente en comprometerse con el servicio público y el voluntariado; un 68% coincide en que candidatearse para un cargo público es algo valioso; un 89% cree que vale la pena hacer servicios a la comunidad, y un 64% ve bien involucrarse en política. La presidencia de Clinton es el modelo preferido para esta generación (el 26%, contra el 11% de Reagan). Más atrás siguen Roosevelt, Kennedy y Lincoln.

The New York Times los denominó "generación O", porque Obama es, de algún modo, parte de esta tendencia. La noche de las elecciones mandó un e-mail a sus seguidores diciendo: "Estoy por ir a Grant Park a hablarles a todos, pero quería escribirles a ustedes primero. Hoy hicimos historia". Firmado simplemente "Barack". A través de las nuevas tecnologías, el actual presidente electo logró que la juventud se sintiera parte de su campaña y de su causa. Usó de manera intensiva Facebook, MySpace, You Tube, Twitter, Flickr y otros sitios de intercambio de contenidos e ideas en la Web.

La participación de los jóvenes en estos comicios creció en más de cuatro millones, según datos del Center for Information and Research on Civic Learning and Engagement. En 2004, participaron 19,4 millones de jóvenes, y se estima que en las elecciones de 2008 fueron alrededor de 24 millones. Como no había pasado antes, los jóvenes se involucraron en la campaña política, abriendo oficinas de Obama, registrando votantes y militando.

En el campo social, esta generación de jóvenes aparece como más progresista que la anterior. Son más abiertos en temas sociales, como raza y sexo, y están preocupados por la salud pública y el medio ambiente. Sin embargo, un 22% de los jóvenes dicen que el eje de su vida es la religión, y un 37% afirma que la religión es parte importante de su vida.

Las nuevas tecnologías son su herramienta preferida de contacto, pero no invalidan la relación cara a cara. Un 89% tiene teléfono móvil. Sólo un 41% tiene línea fija. Un asombroso 86% tiene cuenta en Facebook, y de esos un 35% la ha usado para promover a su candidato. Un 60% tiene cuenta en MySpace. No es novedad saber que sólo un 4% lee diarios en papel ni que sólo un 7% confía en los medios tradicionales.

Quizá lo más impactante sea su capacidad de hacer varias cosas a la vez, a diferencia de las generaciones anteriores. John Della Volpe apunta: "Como se sabe, el cerebro se desarrolla en los primeros tres años de vida, y eso hace al desempeño futuro de la persona. Estos adolescentes y jóvenes tienen el cerebro entrenado de un modo diferente al nuestro: responden a diferentes estímulos; hacen varias cosas a la vez con facilidad; no es raro verlos haciendo la tarea escolar con el Facebook abierto mientras mandan mensajes de texto y escuchan música".

El encuentro en redes sociales (social networking) define su forma de relacionarse. "Son una generación predispuesta a la colaboración, al trabajo en grupo", acota Della Volpe. Usan esos espacios para organizar salidas, intercambiar mensajes o fotos, y hasta para hacer la tarea. El impacto que pueden tener en la sociedad es enorme, gracias a las nuevas tecnologías. Un ejemplo: el video Remember me , un homenaje a los hombres y mujeres de las fuerzas armadas, subido a You Tube por un joven de 16 años, es el video que ocupa el quinto lugar entre los más vistos en la historia del sitio, excluidos los de música. Tiene más de 25 millones de visitas. La multiplicación viral que generan los jóvenes de un contenido cargado en la Red no tiene fronteras. "Un militar se sorprendió cuando se lo comentaba -dice Della Volpe- porque él ni estaba enterado de la existencia de semejante publicidad gratuita para las fuerzas armadas hecha por un joven con su camarita casera."

El autor es periodista, seleccionado para este año por el programa Einsenhower Fellowship

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