martes, 30 de octubre de 2007

- LA EDUCACION -




La mediocridad educativa de América latina


Una de las cosas que más me impactaron en un viaje reciente a la India fue que, como parte de una creciente competencia por la excelencia educativa, los niños deben someterse a rigurosos exámenes de ingreso a partir del jardín de infantes.

¡Qué diferencia con lo que está sucediendo en América latina!, pensé.

En muchos países de la región hay tan poco énfasis en la calidad de la educación que uno puede ir desde el jardín de infantes hasta la grandes universidades -como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o la Universidad de Buenos Aires (UBA)- sin jamás haber tenido que aprobar un examen de admisión.

El contraste entre las exigencias a los estudiantes en la India y en América latina me vino a la mente mientras leía un nuevo reporte del Banco Mundial sobre la calidad de la educación en los países latinoamericanos. El informe es la crítica más devastadora sobre el nivel de la educación en la región.

Mientras en 1960 el porcentaje de gente que terminaba la escuela secundaria era del 7 por ciento en América latina y del 11 por ciento en Asia, actualmente los porcentajes son del 18 por ciento en América latina y del 44 por ciento en Asia.

A pesar de que la matrícula en América latina se duplicó en las últimas décadas, la región está quedando rezagada aun cuando se la compara con otros países en desarrollo o de ingreso medio, dice el reporte.

En América latina, los gobiernos están demasiado concentrados en construir escuelas y muy poco preocupados por la calidad de lo que se enseña dentro de ellas. Muchos países -incluyendo la Argentina, Venezuela y Cuba- frecuentemente se niegan a participar en exámenes internacionales estandarizados, o lo hacen pero luego se niegan a dar a conocer sus resultados.

Algunos de los ejemplos citados en el reporte:

-En el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), un test estandarizado que mide a los estudiantes de 15 años en matemáticas, lenguaje y ciencia, los países latinoamericanos terminaron entre los peores del mundo.

Mientras los estudiantes de Hong Kong, China, promediaron 550 puntos en matemáticas, 510 en lengua y 539 en ciencias; los de Corea del Sur promediaron 542, 534 y 538, respectivamente, y los chicos de Estados Unidos promediaron 483, 495 y 491 puntos, los estudiantes de México, Brasil, Chile, la Argentina y Perú obtuvieron alrededor de 400 puntos, y en algunos casos mucho menos.

-Incluso los estudiantes latinoamericanos de las clases sociales más aventajadas sacaron malos resultados en el examen PISA, "lo que derrumba el mito de que los estudiantes más privilegiados de la región reciben una educación de alta calidad , dice el informe.

-En el examen Tendencia Internacional del Estudio en Matemáticas y Ciencias (Timss), que mide a los estudiantes de octavo grado en matemáticas y ciencia, los únicos dos países latinoamericanos que participaron -Colombia y Chile- terminaron entre los últimos de la lista.

-El Estudio del Progreso en Alfabetización y Lectura Internacional (Pirls), que examina a los estudiantes de cuarto grado en lectura, los únicos dos países de América latina que participaron fueron la Argentina y Colombia. La Argentina terminó en lugar número 30 de 35 participantes, y Colombia, en el 31.

Condenados

Mi opinión: estos datos son trágicos para América latina, porque en la era actual de la economía del conocimiento, los países con sistemas educativos de mala calidad están condenados a largo plazo a un crecimiento más lento.

El éxito económico de China, la India y Europa del Este muestra que los países que apuestan a la calidad de la educación producen bienes más sofisticados y reducen la pobreza mucho más rápidamente que los que producen materias primas o bienes con poco valor agregado.

No estoy sugiriendo que los niños latinoamericanos sean sometidos a demoledores exámenes de ingreso al jardín de infantes. Sin embargo, los países latinoamericanos podrían, por lo menos, comprometerse a participar obligatoriamente en los exámenes internacionales estandarizados y a divulgar sus resultados. O sea, medirse a sí mismos respecto del resto del mundo y actuar en consecuencia. De otra forma, la mediocridad educativa condenará a los países de la región a quedarse cada vez más atrás frente al resto del mundo.

POST SCRIPTUM: El país latinoamericano que más está retrocediendo en materia educativa es Venezuela, donde Hugo Chávez acaba de anunciar un nuevo currículum dirigido a crear un "hombre nuevo" socialista. Mientras China y la India apuestan a las matemáticas, Venezuela va a enseñar ideología.

Por Andrés Oppenheimer
Opinión - La Nación

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