jueves, 3 de enero de 2008

- PICASSO -



Picasso cambia París por Madrid



El Reina Sofía tendrá una de las más grandes muestras del artista malagueño en su país.


También llegan Modigliani, Goya y Miró



Juan, Pablo, Francisco... Estos serán los nombres propios de los que hablará este recién estrenado 2008 en el mundo artístico, pues centrarán algunas de las mejores exposiciones tanto en España como en el extranjero.

El arte español sigue, pues, marcando agenda en los más selectos calendarios expositivos. Una vez superada la tensión por conocer el nombre del nuevo director del Reina Sofía –acordado en un «Pacto de la Granja» con tintes de novela negra–, y a la espera de la inauguración de Caixa Forum Madrid y de ver al fin los nuevos pabellones de Ifema que estrenará un ARCO a ritmo de samba, todo está listo para que Picasso desembarque, con toda su artillería pesada, en el Reina Sofía.






Será un acontecimiento de primer orden, la mayor exposición dedicada al maestro malagueño que haya recalado nunca en España. Hasta 400 obras podrán verse en el CARS, todas procedentes del Museo Picasso de París. Aprovechando que éste cierra sus puertas para la reforma y ampliación de su sede –el Hôtel Salé de París– todos sus fondos serán embalados y pondrán rumbo a Madrid.

Del 5 de febrero al 5 de mayo, las tres mejores salas del Reina Sofía (la A1 de Sabatini y las dos de Nouvel), además de otros espacios de su colección permanente en torno al «Guernica», acogerán a tan insignes inquilinos. La exposición, comisariada por Anne Baldassari, directora del Museo Picasso de París y coordinada por Belén Díaz de Rábago y Céline Brouwez, reunirá pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos, grabados, cuadernos de apuntes y material documental, con una ordenación cronológica.





La sala A1 exhibirá sus primeros retratos, así como piezas pertenecientes al protocubismo, cubismo y neoclasicismo. La sala 1 de Nouvel estará dedicada íntegramente al surrealismo; las salas de la Colección Permanente de la segunda planta albergarán obras en el contexto del «Guernica», mientras que la segunda sala de Nouvel reunirá las obras de su última época.

Entre las obras maestras que veremos en el CARS están «La flauta de pan», «Paulo de arlequín», «Dos mujeres corriendo por la playa», «Los dos hermanos», «La Celestina» o «Autorretrato», estas dos últimas de su codiciada (y cotizada) etapa azul.







Dación y legado

A la muerte de Picasso en 1973, éste legó un número considerable de obras a su esposa y a sus hijos. Gracias a una ley aplicada por primera vez por el Estado francés –la dación o pago de derechos sucesorios por medio de obras de arte– los herederos del artista saldaron sus cuentas fiscales cediendo las obras del pintor al propio Estado. Seleccionadas por los más cualificados expertos franceses antes de proceder a la división de la colección entre los herederos, pasaron a formar parte del Estado francés, en un primer momento, cerca de 3.500 obras.

A ellas se sumaría también la colección personal de Picasso, que ahora puede verse en el Museo Picasso de Barcelona. El Hôtel Salé de la capital francesa fue el lugar elegido para acoger el Museo Picasso de París, que recibió en 1990 otra importante dación –con un centenar de piezas–, tras la muerte de Jacqueline Roque, última esposa del artista.







Y en 1992 donaron al Estado francés los archivos personales de Picasso, con miles de documentos y fotografías.

Pero hay vida después de Picasso.

De Montparnasse a Madrid


Como adeptos tiene Amedeo Modigliani, el genial artista de la bohemia parisina, a quien el Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid dedicarán, del 5 de febrero al 18 de mayo, una gran exposición, comisariada por Francisco Calvo-Serraller. «Modigliani y su tiempo» analizará su trayectoria artística desde que llega a París, en 1906, hasta su muerte en enero de 1920. Falleció a causa de una meningitis tuberculosa. Dos días después, su musa y amante Jeanne Hébuterne, a la que inmortalizó en maravillosos retratos, se suicidó tirándose desde la ventana de un quinto piso.

Estaba embarazada de nueve meses. Las obras de Modigliani se mostrarán en esta exposición bicéfala en diálogo tanto con los grandes maestros que influyeron sobre él (Paul Cézanne, Pablo Picasso y Constantin Brancusi), como con sus amigos de Montparnasse (Marc Chagall, Chaïm Soutine, Moïse Kisling, Ossip Zadkine, Tsuguharu Foujita o Jules Pascin, entre otros).





Goya tomará el protagonismo a partir del 14 de abril, y hasta el 13 de julio, en el Museo del Prado. «Goya en tiempos de Guerra», realizada en colaboración con la SECC y la Comunidad de Madrid y que forma parte de los actos de la conmemoración del bicentenario del levantamiento popular del pueblo de Madrid contra los franceses en 1808. Comisariada por Manuela Mena, entre los casi dos centenares de obras que reunirá la muestra, destacan los dos grandes lienzos que pintó del 2 y 3 de mayo de 1808 en Madrid.

Este último está en restauración. Y ya en noviembre, Miró tomará el MoMA neoyorquino con la muestra «Pintura y anti-pintura 1927-1937». Tenemos por delante un año artístico inolvidable.

Natividad Pulido
de ABC

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